La tecnología evoluciona lo suficientemente rápido como para dar respuesta a los retos sanitarios, pero las organizaciones tienen que mejorar en cómo acometer los proyectos para estar preparadas a la hora de asumirlos. Es una de las conclusiones de las XIX Jornadas Nacionales de Informática Sanitaria en Andalucía que desarrolló la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS) la semana pasada en Torremolinos (Málaga).
El coordinador en Andalucía de estas jornadas, Carlos Luis Parra, recalcó que las organizaciones sanitarias deben identificar dónde es más beneficiosa la aplicación de la tecnología.
El gerente del Servicio Vasco de Salud, Julián Pérez Gil, resaltó que la gravedad de la situación llevará a dos escenarios: 'O innovamos y conseguimos reducir el gasto, o los recortes y la reducción de costes y servicios conllevarán una reducción del estado del bienestar'.
Apostó por pensar más en soluciones 'con menos ladrillo y más tecnología'. Incidió en que uno de los problemas es que el software 'no se inaugura ni se ve' y que es importante cambiar las prioridades del presupuesto. 'Quizá el paciente debería comprender que es mejor que todos los médicos del hospital sepan su historia médica con precisión en lugar de que esté en una habitación con dos o tres camas'.
Este encuentro abordó la utilidad de procedimientos previstos en la Ley de Contratación del Sector Público, como la compra pública innovadora (CPI) y el diálogo competitivo, para satisfacer las necesidades de la Sanidad española y la dinamización empresarial.
La CPI pretende orientar las compras que realizan las administraciones públicas fomentando el desarrollo tecnológico de las empresas e incentivando las que hagan propuestas más innovadoras en sus ofertas para satisfacer el objeto del contrato.
Por otra parte, el diálogo competitivo es un procedimiento en el que la administración dirige un diálogo con varias compañías candidatas a conseguir un concurso público para, previamente, desarrollar el pliego de condiciones técnicas que regirá el procedimiento administrativo. Así se pretende facilitar el diseño del contenido de contratos complejos o cuando el adjudicador no puede establecer por sí mismo los medios o soluciones.
Una de las mesas redondas de este encuentro trató de dar respuesta a la pregunta '¿Y ahora cómo abordamos proyectos innovadores?'. Los conferenciantes debatieron sobre si la compra pública innovadora puede mejorar realmente la innovación. La directora de ventas de España y Portugal de la división de Sanidad de la compañía CSC, Lola González, sostuvo que el diálogo competitivo es teóricamente válido, aunque en la práctica resulta muy costoso para las empresas, ya que se ven obligadas a aportar recursos a las propuestas que después fructificarán en los pliegos sin que haya definido un plazo ni un presupuesto. 'Muchas empresas se quedan en el camino. No existe una igualdad real entre compañías, sólo las que tengan un respaldo financiero muy importante pueden asumir este mecanismo'.
El responsable de desarrollo de Sanidad en Microsoft, Óscar Sanz, consideró beneficiosa para la innovación desde la demanda la compra pública innovadora, aunque matizó que esto no es investigar. El director de Asistencia Sanitaria de la Agencia Valenciana de Salud, Gregorio Gómez, señaló que la CPI es eficaz, pero será efectiva dependiendo de su uso, 'ya que a veces choca con la actitud y dinámica de la administración. El departamento de Intervención muchas veces te pone problemas porque el modelo de contratación en las administraciones públicas está basado en la desconfianza y la falta de responsabilidad'.
El jefe de servicio de Innovación e Igualdad de la Consejería de Salud de Andalucía, Francisco Javier López Narbona, matizó que la CPI es un camino, 'no el único camino para la innovación'. Destacó que la crisis es el momento ideal para innovar, ya que se dispone de pocos recursos, y lamentó que haya poca colaboración y confianza y mucha competencia entre las administraciones.
El responsable de Innovación de la Consejería de Salud de Madrid, Francisco García Lombardía, se quejó de la importancia que el precio tiene en la adjudicación de los concursos públicos, 'sobre todo cuando vemos ofertas que bajan un 51 por ciento el coste y sabemos que así, al final, es imposible prestar un servicio que realmente sea útil'.
González subrayó que la estrategia innovadora debe ser marcada por las comunidades autónomas y que el papel de las empresas debe ser aportar las herramientas. 'A veces hay diferencias entre lo que las empresas ofrecen y lo que la administración necesita. La innovación no es un objetivo, sino un medio'.
Sanz apostó por una mayor confianza y menor rivalidad entre administraciones para que sea viable el traslado de la innovación de una comunidad autónoma a otra. Lombardía destacó que se debe avanzar 'muchísimo' en definir qué queremos hacer y especializarse, innovando en los procesos asistenciales, no tanto en los tecnológicos. 'No debemos apostar por la tecnología sin ver antes nuestra casa por dentro'.
Uno de los ejemplos de retorno de la inversión y beneficio compartido público-privado que expusieron los ponentes fueron la difusión de publicidad mediante pantallas instaladas en el ámbito sanitario o la instalación de kioscos-cajeros en la Costa del Sol para pedir cita médica y que han sido amortizados en cuatro meses, según Narbona.