La telemedicina ya no pertenece al futuro, es una realidad que desde algunas administraciones públicas comienza a implantarse con éxito, también para el seguimiento a distancia de enfermos crónicos de edad avanzada. Y un excelente ejemplo de ello es Telèmac, un proyecto de telemonitarización de crónicos'complejos puesto en marcha en mayo de 2013 por el Àmbit d'Atenciò Primària del Institut Català de la Salut (ICS) y en el que han participado ya 191 pacientes de la ciudad de Barcelona.
En fase piloto, este sistema ha recibido varios premios, entre ellos el de 'Nuevos Modelos de Negocio' del B Digital Global Congress o el de 'Excelencia a la Innovación Tecnológica' del Colegio de Ingenieros Técnicos y Peritos de Telecomunicación de Cataluña (COETTC). Y, tan o más importante que las distinciones, es que un 99 por ciento de sus usuarios está satisfecho o muy satisfecho con su funcionamiento y un 98 por ciento valora como adecuada la tecnología empleada para la recogida diaria de datos.
La última encuesta de satisfacción realizada por el ICS señala también que a un 71 por ciento les ha ayudado a comprender mejor su enfermedad y un 78 por ciento declara que mejora el autocontrol. Además, un 76 por ciento percibe que los profesionales sanitarios de su centro de salud supervisan mejor su dolencia, lo que se traduce en una mejora en su calidad de vida.
Los pacientes que disponen de Telèmac tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca, diabetes o hipertensión, la combinación de varias patologías o incluso las cuatro. A través de diversos dispositivos (glucómetro, pulsioxímetro, tensiómetro o una báscula) conectados por bluetooth a una tablet, el enfermo controla desde su domicilio la tensión arterial, su peso o sus niveles de azúcar y envía la información a su médico de cabecera, quien la ve asociada a su historia clínica.
'Si ve alguna anomalía, el médico me llama enseguida'
Uno de los participantes es Ildefonso Salazar, un cordobés de 68 años que vive en Barcelona y que cada mañana se mide el azúcar y envía el resultado a su centro de salud con un gesto tan simple como pulsar un icono de la tablet, adaptada en tamaño y pantalla a sus necesidades concretas. Cuenta Ildefonso que cuando accedió al programa dos enfermeras le explicaron al detalle el funcionamiento y lo probaron con él y su mujer hasta que ya le resultó sencillo e intuitivo de manejar. 'El médico ve los resultados cuando enciende su ordenador y si lo cree conveniente me llama por teléfono: 'Ildefonso, ¿cómo va?, ¿alguna novedad? Y eso me da mucha tranquilidad, ya que si hay alguna anomalía el médico me llama enseguida y me lo pregunta', asegura.
En efecto, según el ICS, la telemonitorización previene recaídas o agravamiento de la enfermedad y puede evitar reingresos o entradas por urgencias al límite, ya que los pacientes están muy controlados. Además, explica Silvia Cordomí, una de las impulsoras del proyecto, al tener las alertas que les avisan de cambios en las patologías en su ECAP (Estación Clínica de Atención Primaria), 'los médicos son más proactivos y no tienen que convivir con varias aplicaciones a la vez, lo que dificultaría el estrés diario'.
El sistema es complementario a otros, como las llamadas telefónicas de control de pacientes con insuficiencia cardiaca o EPOC que ya formaban parte de la estrategia de crónicos de la administración sanitaria catalana, y en ningún caso sustituye las visitas al médico o las pruebas o ingresos hospitalarios. 'No hay una sola estrategia para abordar a los crónicos. Necesitan de muchos dispositivos porque lo que se pretende no es que no ingresen, sino que no lo hagan tan al límite o permanezcan menos días al estar más supervisados a diario. Queremos que acudan al hospital cuando sea realmente necesario y no porque se hayan descompensado sus biomedidas y se hubiese podido modificar la medicación o hacer un control más estricto', añade Cordomí, profesional del Àmbit d'Atenció Primària Barcelona Ciutat.
Los pacientes que han participado hasta finales de 2014, sostiene Cordomí, tienen más de 80 años (trece de ellos entre 85 y 95) y sin ningún contacto previo con las nuevas tecnologías. Viven en el área de montaña de Barcelona y pertenecen a cinco ambulatorios diferentes bajo la zona de influencia del Hospital Vall D'Hebron. Silvia Cordomí explica que muchos tienen problemas de accesibilidad por sus propias dolencias y por las cuestas y escaleras pronunciadas que hay que bajar para ir a su centro de salud. Los enfermos, por su parte, afirman en la valoración del programa que, sin duda, recomendarían Telèmac a otras personas en su misma situación.
La continuidad del proyecto se decidirá en el primer trimestre de 2015, tras un análisis detallado de los resultados, aunque iniciativas como ésta o Valcrónic, en la Comunidad Valenciana, constatan que la e-health es una apuesta de las administraciones sanitarias para un uso cada vez más racional, eficaz y complementario de todos los recursos sanitarios.