Gestión clínica, incentivos para la excelencia e innovación. Esa era la receta que Ricardo Oliván, consejero de Sanidad de Aragón, proponía dentro del Ciclo de Conferencias para la Calidad del SNS, organizado por PSN y la Fundación Ad Qualitatem, como vía de futuro para la mejora de la Sanidad Española. Según el consejero, Aragón ha optado no por grandes reformas, sino por hacer microgestión, con un paquete de medidas consensuado con los colegios de profesionales sanitarios, que les han permitido un ahorro de 300 millones sobre un presupuesto de 1900. 'Estamos haciendo todos los días microcirugía, intentando mejorar cada día en pequeñas cosas, consiguiendo pequeños impactos, pero todo suma'.
Estas medidas han tenido especial calado en el presupuesto dedicado a Recursos Humanos, teniendo en cuenta que la dispersión de la población en el entorno rural supone un alto número de profesionales sanitarios. Así, se ha intentado reorganizar a los médicos para cubrir a un mayor número de pacientes, se ha intentado concienciar a la población de que el médico solo puede acudir en el momento en el que es necesario y no a modo de consulta diaria, y se ha creado un Real Decreto para rescatar a profesionales como figuras eméritas, para que puedan seguir en activo trabajando en docencia, investigación o como apoyo de los médicos titulares. Otra de las novedades es 'la Ley de autoridad pública del profesional sanitario', que reconoce la capacidad técnica y científica del profesional, de manera que en caso de que exista un problema, es el paciente quien tiene que demostrar que el médico se ha equivocado, y no al revés. 'Sobre esta cuestión está ahora trabajando el Ministerio, y Aragón ha sido pionera'.
Los otros pilares de esta reforma sanitaria aragonesa pasan por la búsqueda de la excelencia, y el impulso de la innovación, teniendo en cuenta que 'cualquier persona que busque como mejorar su trabajo o el de los demás, está innovando'. Pero sobre todo por realizar una verdadera gestión clínica, 'hay que incorporar sin dudas y sin excusas la gestión a todos los ámbitos de la Sanidad', empezando por integrar a los jefes de servicio en la gestión, 'para que asuman mayor responsabilidad y porque son ellos y sus equipos los que toman realmente las decisiones'.
Cambios en la financiación
Pese a todas estas reformas, Oliván se planteaba si es posible que las comunidades puedan hacer más de lo que están haciendo, ya que 'ya no estamos recortando grasa, ni si quiera carne, es que hemos llegado ya al hueso', por lo que dejaba sobre la mesa la cuestión de que 'tendremos que plantearnos si el sistema sanitario debe financiarse de otra manera'. En este sentido, no quería entrar en el debate sobre la corresponsabilidad del ciudadano, aunque citaba que 'es una cuestión que habrá que acometer en su momento', pero si manifestaba que 'habrá que reformular el modelo de financiación autonómico'.
Por último, el consejero aragonés quería agradecer la labor del Ministerio de Sanidad para dar más herramientas a las Comunidades Autónomas para la gestión, a la vez que se trabajaba en homogeneizar la Sanidad en todo el territorio. En este sentido, citaba como muy positivo el Pacto de la Administración Central con los presidentes de los Colegios profesionales y los sindicatos, ya que en su opinión, 'resuelve cuestiones muy importantes', como es el refuerzo del papel de los profesionales sanitarios, y la incorporación de los mismos a la gestión clínica.