La terapia hormonal iniciada con la menopausia y mantenida en el tiempo frena el envejecimiento biológico acelerado en mujeres sanas posmenopáusicas con un conocido factor de riesgo genético para la enfermedad de Alzheimer, según las conclusiones de un estudio publicado en Plos One. Sin embargo, para las no portadoras del factor de riesgo, una variante del gen ApoE4, la terapia no tuvo un efecto protector sobre el envejecimiento biológico.
Esto demuestra que ApoE4 está contribuyendo al envejecimiento a nivel celular mucho antes de que los síntomas externos de la decadencia se manifiesten', afirma Natalie Rasgon, profesora de Psiquiatría y Ciencias Conductuales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y directora del Centro Stanford para la Neurociencia en la Salud de la Mujer.
Entre un 15 y un 20 por ciento de los estadounidenses llevan por lo menos una copia de ApoE4 (de uno de los progenitores), una versión que los pone en riesgo significativamente mayor para la enfermedad de aparición tardía de Alzheimer en comparación con personas que no son portadores del ApoeE4, según el estudio que lideró Rasgon.
Con el acortamiento de los telómeros como un índice de envejecimiento biológico, los investigadores tomaron muestras de sangre de 70 mujeres sanas, la mayoría de ellas de edades entre 45 y 65 años, que habían estado en tratamiento hormonal desde la menopausia y a las que se dividió aleatoriamente en dos grupos: uno que permaneció con las hormonas y otro al que se le interrumpió el tratamiento.
Las muestras de sangre de las voluntarias fueron tomadas por primera vez al entrar en el estudio y a los dos años. Los investigadores separaron las células blancas de la sangre de cada muestra, extrajeron el ADN de las células y midieron la longitud de los telómeros de cada mujer en ambos momentos en el tiempo para después calcular el cambio en la longitud de los telómeros que había tenido lugar durante el período de los dos años.
La longitud del telómero es relativamente fácil de medir en células de la sangre y es un marcador del envejecimiento biológico emergente. Se predice así la incidencia de enfermedades relacionadas con la edad y la mortalidad, según Emily Jacobs, profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
Entre las muchas otras evaluaciones hechas en estas mujeres, se midió su estado ApoE y los científicos detectaron que los telómeros que eran portadores del APOE4 tenían 'seis veces más de probabilidades que en los no portadores de sufrir un acortamiento significativo en el tiempo del estudio de dos años'. Sin embargo, la terapia hormonal redujo a cero la influencia negativa de ApoE4 en la longitud del telómero en el tiempo, por lo que los portadores que permanecieron en el régimen de terapia hormonal no mostraron evidencia de acortamiento de sus telómeros.
'Los portadores del ApoE4 tienen un mayor riesgo de envejecimiento biológico, que se asocia con resultados negativos para la salud pero si una persona es posmenopáusica portadora de ApoE4, estar en tratamiento con estrógenos es bueno para la longitud del telómero, una medida establecida de crianza biológica a nivel celular', afirma Rasgon, quien adelanta que estos resultados son un paso adelante en la identificación de las mujeres se beneficiarán más con la terapia de reemplazo de estrógeno.