La variante ómicron (B.1.1.529) se notificó por primera vez a la OMS el 24 de noviembre de 2021. 'Presenta un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes', señalaba la organización. 'Las pruebas iniciales indican que el riesgo de reinfectarse por esta variante es mayor que con otras variantes preocupantes y, al parecer, el número de casos que ocasiona están aumentando en casi todas las provincias sudafricanas'.
Este lunes 6 de diciembre, la organización volvió a advertir de que los riesgos globales que plantea son “muy elevados”. Aunque aún hay muchas incógnitas. Las principales incertidumbres son hasta qué punto es de transmisible la variante. También si algún aumento está relacionado con el escape inmunológico, el aumento intrínseco de la transmisibilidad o ambos.
Además, existen dudas sobre si la variante se presenta con un perfil de gravedad diferente y cuánto protegen las vacunas contra infecciones, transmisiones, enfermedades clínicas de diferentes grados de gravedad y muerte. Pues bien, respecto a lo tercero parece que poco a poco se van resolviendo incógnitas. Y son optimistas. En un comunicado este miércoles, Pfizer y BioNTech anunciaron que los resultados de un estudio de laboratorio inicial demuestran que los anticuerpos séricos inducidos por su vacuna neutraliza la variante en micrones del SARS-CoV-2 después de la tercera dosis. 'Los sueros obtenidos de los vacunados un mes después de recibir la vacuna de refuerzo (tercera dosis de la vacuna BNT162b2) neutralizaron la variante ómicron a niveles que son comparables a los observados para la proteína de pico del SARS-CoV-2 de tipo salvaje después de dos dosis', aseguran.