"Todo lo no-COVID se paralizó; hay que volver a la normalidad sanitaria”, sentenciaron al unísono especialistas de distintos hospitales españoles. Los expertos participaron en una webinar, organizada por la Fundación Bamberg, presidida por Ignacio Para, en la que debatieron sobre el impacto del coronavirus en…
'Todo lo no-COVID se paralizó; hay que volver a la normalidad sanitaria”, sentenciaron al unísono especialistas de distintos hospitales españoles.
Los expertos participaron en una webinar, organizada por la Fundación Bamberg, presidida por Ignacio Para, en la que debatieron sobre el impacto del coronavirus en las patologías más prevalentes.
Patologías más relevantes como el cáncer, las inmunológicas, inflamatorias, cardiológicas, la salud mental y la Atención Primaria se vieron gravemente afectadas.
Asimismo, se refirieron al agravamiento de estas patologías y la necesidad de resolver cuanto antes el atasco de las listas de espera, 'ya de por sí largas'.
Además, citaron a las nuevas tecnologías como nuevas oportunidades de mejora en la eficiencia y eficacia en el tratamiento de estas patologías.
Ignacio Para, presidente de la Fundación Bamberg[/caption]
Jorge Matias-Glu, del Hospital San Carlos de Madrid, resaltó que las patologías neurológicas también sufrieron una caída importante. “Los pacientes no querían venir a los centros y los códigos ictus bajaron”.
Según el neurólogo, “todos pensábamos en el COVID y nos olvidamos del resto de los pacientes que estaban ahí. ¿Quién se preocupaba de los que tenían Alzheimer, de los epilépticos?”, preguntó.
“Tuvimos muchas dificultades para su seguimiento; en nuestro caso es difícil atender al paciente sin verles. Ahora el teletrabajo parece la panacea, pero en la consulta telemática pueden darse muchos errores”.
Aunque la consulta no presencial fue también su única opción, aunque no la mejor en esta especialidad. “Hicimos miles de consultas telefónicas; con 90 llamadas diarias con los pacientes”.
Para el neurólogo, es preciso aprender y reflexionar “porque necesitamos información para que la siguiente crisis no nos coja desprevenidos”.
Especialistas reconocieron que 'Todo lo no COVID se paralizó'[/caption]
Decayeron los infartos
Jose Ramón Gonzalez Juanatey, jefe del servicio de Cardiología del hospital de Santiago reconoció que durante los meses duros del confinamiento los infartos cayeron de forma dramática. “Más de 12.000 personas murieron en sus casas”. Apuntó que en su especialidad vieron claro en 2013 que el teletrabajo estaba infravalorado. “Por ello, pusimos en marcha el que la primera consulta fuera telefónicamente”. La experiencia fue muy positiva y, “de hecho, más del 20% de las consultas se resuelven de forma no presencial; con la COVID nosotros ya estábamos preparados para trabajar”.Parón de los Servicios de Inmunología
Estela Paz Artal, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital 12 de Octubre,en Madrid, apuntó que los procesos comunes se “pararon en seco”. La pandemia les supuso de la noche a la mañana un cambio brutal en la actividad del laboratorio, “mientras todos los colegas de los hospitales empezaban a mirar a nuestros servicios”. Les hacían preguntas que ellos tampoco podían contestar, “porque no sabíamos nada del virus. Al ser una dolencia infecciosa parecía que los antirretrovirales era lo adecuado”. “Pero también otras terapias como los interferones alfa y beta, aunque luego se vio que no aportaban nada”, explicó. Entre las áreas de su actuación que más se vieron afectadas por el parón, Estela Paz se refirió a los trasplantes de órganos, “se suspendieron por seguridad. Ahora se están reanudando poco a poco, igual que los hematopoyéticos”. Para la especialista, la pandemia ha puesto de manifiesto debilidades estructurales, común a muchas especialidades; todos hemos visto que hay 2 o 3 áreas de mejora”.'Nos olvidamos de los pacientes no-COVID'
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Asistencia en remoto
Rosa Corcoy Pla, directora de la Unidad de Diabetes, endocrinóloga y nutricionista del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, sostuvo que minimizaron la asistencia de pacientes en los centros. “Con la crisis hemos visto que el 50% de la atención ambulatoria del Servicio donde tratamos a personas con obesidad, hipertensión, o diabetes puede hacerse a remoto”. Pero detectaron que muchos pacientes carecían del teléfono de consulta urgente que habían implantado, “aunque no perdimos la asistencia las 24 horas”. Consideró que fue clave en su centro actuar con rapidez para tener un canal adecuado telefónico, “pero podría dar más de sí con una videollamada, para estar lo más posible cara a cara con el usuario”. Corcoy Pla recordó que se encontraron con que los pacientes que estuvieron bien atendidos por tener descargada las plataformas tecnológicas eran gente joven y con perfil tecnológico, “por lo que tuvimos que volver a la llamada telefónica”. Abogó por un cambio de mentes de profesionales y equipos de apoyo, “ya nadie se declara no tecnológico, sino que piden ayuda. Las nuevas herramientas simplificarán que la información sea accesible”.Miedo a acudir a Urgencias
Mariano Provencio, jefe de Oncología del Instituto de Investigación en Salud del Hospital Puerta del Hierro reconoció, al igual que el resto de los especialistas, que todo lo no-COVID se paralizó”. Adelantó que la disminución de pacientes nuevos se redujo del 33 al 5%. “Descendieron las estancias hospitalarias; las cirugías cayeron un 7%; nos llegaron menos tumores”, explicó. El oncólogo indicó la gran dificultad que hubo para ver los síntomas de un tumor en consulta. “La barrera de acceso lo impidieron y se suspendieron las cirugías y pruebas”. Además, muchos pacientes tenían miedo, “no querían acudir a Urgencias; disminuyeron de forma dramática los screening de cáncer; su impacto se tendrá que evaluar”. Los datos de un estudio de EE. UU, apuntó, son dramáticos. “Todavía nos falta por ver los datos colateriales difíciles de diagnosticar del COVID-19”. [caption id='attachment_213106' align='alignright' width='434']