Según indican los estudios epidemiológicos, del 30 por ciento de fumadores que hay en España menos del 10 por ciento recurre a la ayuda de un profesional, aunque a lo largo de su vida han intentado dejarlo en dos o tres ocasiones.
En este sentido, el Dr. Juan Antonio Riesco, neumólogo experto en Tabaquismo y Vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), destaca la importancia de un diagnóstico y seguimiento por parte del médico especialista, ya que 'de cada 100 personas que hacen un serio intento para dejar de fumar por sÍ mismos, sólo lo consiguen entre 6 y 10. Con apoyo profesional, la cifra asciende a más de 40 personas'.
La presión familiar o el aumento del precio del tabaco son algunos de los motivos que llevan a los fumadores a tomar esta decisión, pero para tener éxito el paciente tiene que estar convencido de que quiere dejarlo motu proprio. 'Esto ocurre, según explica el Dr. Riesco, cuando empieza a notar el impacto del tabaco sobre su salud o por antecedentes familiares de tumores, problemas cardiovasculares, respiratorios, etc'.
Entre los 45 y los 64 años empiezan a aparecer manifestaciones del impacto del tabaco sobre la salud y es un rango de edad en el que el fumador se plantea seriamente la necesidad de abandonar el tabaco.
Muchos acuden a la farmacia para ello. De hecho, cerca del 20 por ciento de las consultas más comunes en las farmacias están relacionadas con el tabaco. Lo que indica que cada día acuden a la farmacia entre 10 y 12 personas que desean dejar de fumar. Por ello, el farmacéutico también juega un papel importante -'de centinela', matiza el Dr. Jesús Echarri- en el proceso de abandono del tabaco.
'Lo ideal es que el paciente vaya a la consulta médica en primer término, pero los farmacéuticos tenemos que estar preparados y formados para asistir al paciente y ofrecerle alternativas eficaces', añade el titular de la Oficina de Farmacia.
No cobrar por consultas y estar siempre abiertos y disponibles son algunas de las ventajas de este colectivo. 'También podemos hacer el seguimiento y sentimos un compromiso importante con los pacientes por la cercanía diaria que tenemos con ellos', explica Echarri.
Para ayudar a todos los profesionales sanitarios en esta tarea, GlaxoSmithKline Consumer Healthcare lanza una nueva fórmula como alternativa a los parches y los chicles. NiQuitin, unos comprimidos para chupar con sabor a menta, que están indicados para las personas mayores de 17 años que hayan decidido dejar de fumar y necesiten una ayuda efectiva para combatir la ansiedad producida por la ausencia de nicotina.
'NiQuitin proporciona al paciente nicotina terapéutica haciendo que el cerebro no demande esta sustancia y evitando el síndrome de abstinencia caracterizado por ansiedad, mal humor, falta de concentración, problemas de sueño, depresión, etc', afirma Borja Sacristán, manager Wellness de GlaxoSmithKline Consumer Healthcare.
El tratamiento con NiQuitin permite una absorción rápida de la nicotina por parte del sistema nervioso central y 'en unos minutos empieza a notarse el efecto que elimina la necesidad de fumar', matiza el Dr. Riesco.
Además, 'NiQuitin pretende dar flexibilidad a los pacientes para que cada uno abandone el tabaco a su ritmo, combatiendo la necesidad de nicotina y substituyendo cigarrillo por comprimido NiQuitin', apunta Sacristán.
Asimismo, el Dr. Riesco asegura que se puede plantear un tratamiento programado con un número de comprimidos al día que irá reduciéndose paulatinamente pero también se puede reservar alguno de esos comprimidos para los momentos de impulsividad o ganas de fumar.
En función del grado de tabaquismo de cada paciente hay comprimidos de NiQuitin de 1,5mg y de 4mg para las personas más dependientes (fumadores de más de 20 cigarrillos diarios). En definitiva, estos comprimidos pretenden ayudar a mitigar el principal factor de recaída a la hora de intentar abandonar el tabaco, el síndrome de abstinencia.