La UE debe intensificar los esfuerzos para integrar la salud en todas las políticas, con enfoques en tabaco, salud, clima y comida poco saludable

La dirección general de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea ha celebrado el segundo de los tres debates previstos para conocer las prioridades en salud en la UE. El encuentro se ha centrado en la importancia de que el sistema sanitario sitúe a las personas en el centro y el papel de pacientes, ciudadanos y trabajadores de la salud para alcanzar una cobertura universal. Sandra Gallina, directora general de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, ha recalcado que este es un año clave para los 27, con una nueva Comisión que será elegida tras las elecciones europeas que se celebrarán en mayo. “Nuestro objetivo es impulsar la unión sanitaria europea que se puso en marcha en la pandemia y estar preparados para futuras amenazas, con un abordaje one health, una nueva legislación farmacéutica y más políticas que potencien la salud mental”, ha recalcado. Para Milka Sokolovic, directora general de la Alianza Europea de Salud Pública, el covid-19 puso de manifiesto las inequidades existentes en salud en el continente, que mostró además el impacto de años de infrafinanciación de los sistemas sanitarios. “Ahora es necesaria ambición política, además de contar con los presupuestos adecuados, potenciando la colaboración entre diferentes organismos para asegurar la salud y sus determinantes. La UE debe intensificar los esfuerzos para integrar la salud en todas las políticas, con enfoques en tabaco, salud, clima y comida poco saludable”, ha propuesto. Hablando de determinantes sociales y económicos, Sokolovic ha recordado que muchas personas en la UE “no tienen oportunidades de tener buena salud. E incorporarlos es un deber moral. Pero los sistemas sanitarios están poco preparados e infrafinanciados, con personas envejecidas y con burn-out. Por estos motivos, la formación de los profesionales sanitarios debe evolucionar para abordar estos retos”. Los participantes en el debate han recalcado que, junto a la salud, debe tenerse en cuenta la educación y el trabajo, con soluciones concretas y centradas en los determinantes de salud, sin obviar ninguna de ellas. Un aspecto que en el que se ha insistido es el de los determinantes comerciales de salud, es decir, los sistemas y prácticas mediante las que los actores comerciales impulsan la salud y la equidad. En este sentido, se ha lamentado que se plantean estrategias en este sentido, que no se despliegan. O se tarda en hacerlo por la influencia de la industria y por cómo funcionan las instituciones. Como solución, se ha propuesto impulsarlas y buscar apoyos sociales.

Más investigación

Por estos motivos, la investigación y la información basada en la evidencia se convierten en una herramienta clave para promocionar la salud y realizar concienciación, pero se ha insistido en que son precisas inversiones que impacten tanto en la sociedad como en la economía. Por otro lado, el racismo y la discriminación también son elementos que se ha considerado que deben tenerse en cuenta. ¿Cómo colocar a la gente en el centro? Para lograrlo, se ha sugerido vincular a la ciudadanía y consultarla y no solo proporcionar la legislación, con consultas previas antes de los proyectos y una labor de escucha a las organizaciones sociales. La dependencia de la industria en la enfermedad fue considerada como una de las principales barreras en este ámbito. Como solución, se ha propuesto aprender lecciones de otros sectores, como la energía, para la que se ha establecido impuestos a la carbonización, penalizando el beneficio de las emisiones e impulsando las energías limpias. Por eso, se ha solicitado que se investigue cómo hacer algo similar en el sector salud. Por otro lado, se ha subrayado que, en una sociedad cada vez más envejecida, debe contarse con mejoras en las casas y alojamientos, evaluando la calidad del aire, reduciendo el riesgo de caídas, accidentes, humedades e incendios. Deben tenerse en cuenta también a las personas sin techo, con intervenciones precoces para evitar que acaben viviendo en la calle.

Más humanización

Las condiciones socioeconómicas, laborales y educativas fueron señaladas por varios de los participantes como aspectos clave, así como la formación en salud de la población. El uso de dispositivos electrónicos puede potenciar la relación entre profesionales sanitarios y pacientes, pero el contacto humano es crucial. Los participantes en el debate también han recomendado incorporar en la cobertura universal a las enfermedades raras y a los cuidados paliativos, con políticas europeas comunes que faciliten los cuidados especializados. Otra propuesta pasa por implementar herramientas que se han diseñado ya, como la información alimentaria en las etiquetas, monitorizando los marcos de trabajo de los profesionales sanitarios y midiéndolos, reconociendo las diferencias regionales y culturales, con mejores mecanismos de investigación e incentivos para hacerla. Por último, se ha insistido en que los ingresos son el principal determinante de salud, por lo que la pobreza supone el principal reto. “No puede negarse la relación entre determinantes de salud y resultados de salud, con abordajes cruzados”, ha finalizado Sokolovic.