El hospital Sant Joan de Déu de Barcelona cuenta con una Unidad de Cardio-Oncología para hacer un seguimiento de las secuelas de los tratamientos oncológicos
17 de febrero 2022. 11:08 am
Gracias a los últimos avances en tratamientos oncológicos más del 80 por ciento de los pacientes con cáncer infantil sobreviven a largo plazo. Sin embargo, la elevada toxicidad de algunas terapias puede generar secuelas de diferente gravedad. Entre ellas, problemas cardíacos. Es por ello que…
Gracias a los últimos avances en tratamientos oncológicos más del 80 por ciento de los pacientes con
cáncer infantil sobreviven a largo plazo. Sin embargo, la elevada toxicidad de
algunas terapias puede generar secuelas de diferente gravedad. Entre ellas, problemas cardíacos. Es por ello que el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona puso en marcha en 2020 una
Unidad de Cardio-Oncología Pediátrica.
Desde la misma se hace un seguimiento a los pacientes oncológicos para valorar en cada momento su salud cardiovascular. De esta forma es posible intervenir de forma temprana ante cualquier daño o afectación.
Para ello, en el momento del diagnóstico realizan una valoración de la salud cardiovascular del paciente oncológico. Todo ello mediante un electrocardiograma, una ecocardiografía y los marcadores en muestra de sangre. Durante el tratamiento se repiten esas pruebas para comparar con los resultados del inicio del diagnóstico y detectar posibles cambios que indiquen el desarrollo de problemas cardíacos.
Más riesgo de desarrollar problemas cardíacos
A este respecto aporta más información Esther Aurensanz, cardióloga infantil de la clínica HLA Montpellier de Zaragoza y de la nueva Unidad del hospital Sant Joan de Déu. “
Un 20 por ciento de los pacientes oncológicos pediátricos acaban desarrollando algún problema cardíaco”. En algunos casos sucede durante el tratamiento y en otros en la edad adulta. Incluso, “pese a que no es lo habitual, incluso hay niños que se curan del cáncer, pero se quedan con una cardiopatía.
“La patología se manifiesta de forma muy variada. A veces puede pasar desapercibida porque no presenta ninguna sintomatología y otras puede manifestarse de forma muy grave, en forma de insuficiencia cardíaca severa. “Hay mucha variabilidad”, insiste Aurensanz.
Según la experta, lo más habitual es que se produzca una disfunción ventricular. “
Si detectamos a tiempo la afectación cardíaca, el daño reciente se puede revertir con medicación, que tiene un efecto remodelador y, por lo tanto, favorece una reconstrucción cardíaca”.