Así lo exponía
el especialista en Economía de la Salud del ‘Centre de Recerca en Economia i Salut’ y catedrático emérito contratado de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra, Vicente Ortún. Así, el especialista ha destacado la actual “huida hacia la Sanidad Privada, ya que con
un 29 por ciento de los profesionales exclusivamente en este ámbito sanitario, la necesidad o disposición a pagar cobra especial importancia.” Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque los seguros privados aglutinan a un 24 por ciento de la población (con cifras de hasta el 40 por ciento en ciudades como Barcelona), solo suponen un 8 por ciento del gasto sanitario (unos 900 euros por asegurado).
Asimismo, el experto exponía que es necesario tener en cuenta que se debe tener claro que
financiar públicamente la sanidad es la manera más eficiente de mejorar la salud de la población. Solo así es posible
atender los problemas clínicos y sanitarios con criterios de necesidad y no de disposición a pagar. También pedía no caer en las generalidades, ya que existen centros de salud excelentes y otros muy mejorables. En esta línea insistía en que la pandemia ha puesto en valor el profesionalismo y ha mostrado que la gestión importa. “El reto es mantener esa agilidad fuera del estado de alarma”, ha destacado Ortún.
Repunte de la Sanidad Privada
Poniendo más cifras, Ortún explicaba que España tenía un buen sistema sanitario, pero con mal pronóstico. Esa situación está empeorando de forma clara. Entre 2009 y 2014, la proporción de gasto público descendió del 75,4 por ciento al 70,3 por ciento. Pese a que se observa un ligero repunte posterior, vuelve a descender a partir de 2016 hasta situarse en un discreto 70,7 por ciento en 2019. Es decir, algo por detrás de la media de la Unión Europea (71,7 por ciento). Sin embargo, una cifra muy por debajo de cualquiera de los países nórdicos, que superan el 80 por ciento sobre el total.
Solo como consecuencia de la crisis de la COVID-19 el porcentaje ha vuelto a
incrementarse hasta el 73,5 por ciento, similar al que se registró en 2011. En cambio, los seguros sanitarios de la Sanidad Privada experimentan un rápido crecimiento. “De esta manera, el sistema sanitario puede convertirse de nuevo en el sistema benéfico-privado del que partió”.
Así, la última reflexión del experto era que “
el SNS ha de mejorar y no lo hará a través de una ley, sino por un conjunto de acciones orientadas al bienestar común que, en gran parte, deben impulsar los profesionales al lidiar con los inevitables intereses gremiales, corporativos y sindicales que ahora protagonizan los debates”.
