Un antes y un después del lazo rosa en la concienciación del cáncer de mama

En 2018 se contabilizaron 32.825 nuevos casos de cáncer de mama. Sin embargo, la buena noticia, según cifras actuales el cáncer de mama en España tiene una tasa de supervivencia a 5 años superior al 90 por ciento. Lo que significa que más de 90 de cada 100 personas que padecen cáncer de mama continúan vivas 5 años después de haber sido diagnosticadas.Gran parte de esta mejora se debe a los cribados del cáncer de mama, que permiten diagnósticos tempranos y cuya implantación masiva tienen mucho que ver con un aumento de la concienciación, gracias al llamado lazo rosa. Y es que, desde el lanzamiento del lazo rosa por Evelyn H Lauder en 1992 se ha observado un cambio radical en la concienciación social en cáncer de mama, en el conocimiento de la enfermedad y en la pérdida del miedo de las pacientes a abordar este tipo de tumo. Así lo han querido recordar desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), recordando otras de las cifras de esta realidad social. Entre ellas que Se estima que un 16 por ciento de las mujeres que fueron diagnosticadas de cáncer de mama en España, durante el año 2017, tenían una situación de riesgo socioeconómico en el momento del diagnóstico. Para un total de 4.223 mujeres en edad laboral, ya sea por encontrarse en desempleo (con o sin prestación), ser trabajadores/as por cuenta propia, y/o disponer de bajos ingresos, el cáncer supone un serio agravante a su situación socioeconómica previa. Análisis genético Otra de las grandes claves en el cáncer de mama ha sido avanzar en el hecho de que no se puede abordar como una única enfermedad, sino en muchos tipos diferentes de tumores, que precisan de tratamientos específicos. Así, la posibilidad de identificar las alteraciones específicas de cada paciente ha permitido clasificar y diagnosticar de forma más eficiente el cáncer de mama, pudiendo dividir esta enfermedad en 10 subtipos distintos con distinto pronóstico e implicaciones terapéuticas, pero también identificar y desarrollar tratamientos dirigidos frente a las alteraciones recurrentes de cáncer de mama. Pese a estos avances, desde la AECC advierten de que el reto para la enfermedad del lazo rosa en los próximos años se centra en las resistencias de los tumores a los tratamientos y protocolos seguidos, en el alto coste de los mismos y en el limitado acceso de muchos países a los últimos avances en la investigación en cáncer de mama.