Una herramienta de diseño para luchar contra el dolor

Científicos del laboratorio de Exploración Funcional y Neuromodulación del Sistema Nervioso (Grupo FENNSI) del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han diseñado una herramienta para luchar contral el dolor, un “neurocasco” que permite desarrollar la investigación con estimulación cerebral. Según el doctor Antonio Oliviero, neurólogo, Jefe de Grupo de Investigación del Hospital Nacional de Parapléjicos y padre de la idea: “este dispositivo en forma de casco está realizado con material ligero, tiene una estructura que posibilita la colocación de potentes imanes de neodimio en diferentes zonas y posiciones de la cabeza para estimular áreas determinadas del cerebro; De momento no tiene ninguna indicación clínica precisa. Es una herramienta de investigación de posibles tratamientos de algunas enfermedades neurológicas crónicas muy prevalentes, como el dolor y la migraña. Lo podemos considerar como una evolución y al mismo tiempo una simplificación de las técnicas de estimulación cerebral no invasiva. Estamos realizando estudios para valorar su potencial, usos clínicos y sobre todo su uso clínico domiciliario”. El método consiste en aplicar campos magnéticos intensos en zonas específicas de la corteza cerebral para modular la actividad de las neuronas de manera no invasiva. Las técnicas de estimulación cerebral no invasivas se llevan estudiando más de tres décadas y, desde hace quince años, se utilizan en pacientes con distintas dolencias de origen neurológico, con gran potencial clínico por su facilidad de modular la actividad del cerebro. “La estimulación con campos magnéticos estáticos  pueden cambiar la funcionalidad de algunos circuitos cerebrales y por eso estamos planteando cómo cambiar los circuitos que representan la cognición del dolor e intentar que se pueda cambiar la percepción de dolor  y aliviarlo. Este principio lo aplicaríamos al dolor que se produce como consecuencia de una lesión medular, como puede ser el dolor neuropático, si bien en teoría con este procedimiento se podría aplicar a muchas formas de dolor .Porque probablemente nuestra tecnología no va a afectar a la causa del dolor  sino a la capacidad del cerebro de comprender afectivamente y cognitivamente el dolor”, explica el neurocientífico. Respecto al desarrollo de las técnicas para aliviar en lo posible el dolor y otras patologías, el doctor Oliviero nos comenta: “El dolor es potencialmente uno de los síntomas tratable con técnica de estimulación cerebral no invasiva y por esto uno de los ensayos que vamos a realizar es en dolor crónico de tipo neuropático. Además potencialmente, las diferentes configuraciones del casco permiten tratar patologías tan diferentes como la migraña, la depresión y las secuelas del ictus. Todas estas de momentos son hipótesis y se necesitan estudios clínicos bien hechos para pasar a considerar el neurocasco como un tratamiento. Teóricamente se pueden utilizar varias técnicas a la vez aunque en realidad esto complica mucho los estudios clínicos. Sin embargo, poco a poco se empiezan a utilizar estimulación de mas dianas cerebrales simultáneamente y esto es como la antesala para utilizar diferente técnicas al mismo tiempo”. La extrema simplicidad del casco y de la tecnología subyacente hace que la difusión de este tratamiento, en el caso de que los estudios clínicos confirmaran su validez, podría ser muy rápida.  La empresa Neurek SL junto a la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos y el diseñador Luki Huber de Manual Thinking están haciendo un excelente trabajo para que el neurocasco pueda ser una útil herramienta en el  manejo de los pacientes con enfermedades neurológicas y psiquiátricas que podrían así reducir por lo menos en parte al gran cantidad de fármacos que asumen. El Dr. Oliviero, cuenta con una larga experiencia en el uso de varias técnicas de estimulación cerebral no invasiva como la estimulación magnética transcraneal, estimulador cerebral con corriente directa y ahora con la estimulación con campos magnéticos estáticos. Alguna de estas técnicas se utiliza en el Hospital Nacional de Parapléjicos desde 2010 para tratar pacientes con dolor crónico resistente a fármacos.