Se trata de un método no invasivo, antes de las primeras 24 horas después de la fecundación in vitro (FIV), cuando el futuro embrión tan solo tiene una célula
Una técnica desarrollada hace años por el equipo del doctor Jan Tesarik, codirector de la Clínica MARGen de Granada, permite la detección de las anomalías cromosómicas más letales. Se trata de una técnica no invasiva para realizar antes de las primeras 24 horas después de…
Una técnica desarrollada hace años por el equipo del doctor Jan Tesarik, codirector de la Clínica MARGen de Granada, permite la detección de las anomalías cromosómicas más letales. Se trata de una
técnica no invasiva para realizar antes de las primeras 24 horas después de la fecundación in vitro (FIV). Es decir, cuando el futuro embrión tan solo tiene una célula.
La técnica se basa en la observación directa a través del microscopio. Todo ello en base a un protocolo previamente definido que permite identificar los embriones que no tienen anomalías para su transferencia al útero. En cuanto a los demás embriones, supuestamente anormales, los pacientes tienen que recibir una información detallada para decidir si se repite un análisis de esos embriones algunos días más tarde. Sin embargo, si una mujer de edad avanzada solo ha producido embriones supuestamente anormales, se puede considerar, después de obtener un consentimiento informado de la pareja, su transferencia en el útero. No obstante, cualquier técnica puede tener errores, y sería irresponsable eliminar embriones sobre la base de un solo examen. En estos supuestos,
si el embrión finalmente tiene anomalías, en el 99 por ciento de los casos no progresa. En el 1 por ciento restante, se pueden realizar pruebas prenatales y será la pareja la que decida seguir adelante o no en el caso de que se detecten problemas cromosómicos en el feto.
Las anomalías cromosómicas más letales
La técnica desarrollada por el equipo de MARGen, que se aplica en el contexto de la Fecundación in Vitro (FIV), es más fiable y menos dañina para los embriones que otras técnicas más invasivas (biopsia embrionaria) realizadas días después. De hecho, la biopsia embrionaria solo puede evaluar un pequeño número de células que no siempre representan el estado de las demás células del embrión.
En paralelo,
estudios recientes sugieren que
los embriones diagnosticados como anormales el quinto día después de la FIV se pueden auto-corregir después de la implantación en el útero y dar lugar al nacimiento de niños sanos.
Cabe recordar que las anomalías cromosómicas (aneuploidias) tienen diferentes grados de letalidad en el embrión en función de su origen. Las anomalías cromosómicas más letales para el embrión, casi en el 100 por ciento de los casos, provienen de errores de la maturación de óvulos, estrechamente asociada con la edad de la mujer. Por su parte, las anomalías causadas por errores de divisiones celulares de óvulos normales ya fecundados son mucho menos letales y potencialmente reparables.