“En esta crisis sanitaria provocada por el coronavirus, disponer de mejor información de la que tenemos en la actualidad será crucial para diseñar una estrategia eficiente con el objetivo de adelantarnos a los acontecimientos y planificar una salida ordenada del confinamiento”, asegura el informe COVID-19…
“En esta crisis sanitaria provocada por el coronavirus, disponer de mejor información de la que tenemos en la actualidad será crucial para diseñar una estrategia eficiente con el objetivo de adelantarnos a los acontecimientos y planificar una salida ordenada del confinamiento”, asegura el informe COVID-19 Hospitalizaciones y presión sobre el sistema sanitario español, elaborado por expertos del BBVA Research.
El Observatorio de la entidad analiza ingresos y salidas en el sistema sanitario español durante la pandemia del coronavirus, y variaciones del número de pacientes en hospitales, que alcanzó su máximo el 25 de marzo. Ahora las salidas están cerca de superar los ingresos. Por eso, los elaboradores del exhaustivo informe, los economistas Jose E. Boscá y Javier Ferri, expertos en datos bioestadísticos de la Universidad de Valencia y Javier Doménech, responsable de Análisis Económico del BBVA Research y catedrático de Fundamentos de Análisis, recalcan con insistencia en la importancia de disponer de más datos y más fiables de afectados para poder salir del confinamiento con garantía sanitaria.
El informe publicado el 7 de abril tiene plena vigencia, ya que con los datos de los que disponían, la tendencia que predecían se está cumpliendo. Los expertos dejan claro que teniendo en cuenta que una de las razones principales para mantener a la población confinada y reducir su movilidad es evitar la presión que los servicios hospitalarios no pueden asumir, “debería esperarse un esfuerzo por disponer ―y proveer― de datos de calidad sobre los cambios en los pacientes hospitalizados, así como los ingresos y las salidas de los hospitales”.
Sostienen que desde el punto de vista epidemiológico, parece evidente que se está cerca de alcanzar el momento en el que se reduce el número de pacientes ingresados por COVID-19 en el conjunto de España, como ocurre en algunas comunidades que van más adelantadas en el proceso. “Al final de la segunda prórroga del confinamiento, el 11 de abril, es de esperar que el menor número de pacientes ingresados por coronavirus en los hospitales sea ya bastante evidente”, predecían en su informe.
Datos poco precisos
En opinión de los autores del informe, sería conveniente que las autoridades públicas nacionales y de las Comunidades Autónomas mostraran esta información diariamente en sus ruedas de prensa. Asimismo, indican que “con las debidas cautelas sobre la calidad y homogeneidad de los datos de base, este esfuerzo de claridad muestra la importancia de disponer de datos precisos sobre variables clave para el seguimiento de una epidemia como el COVID-19, con la finalidad de conocer el punto en el que estamos y anticipar tendencias”. Lo dicen porque han constatado que en “las últimas semanas se ha observado un uso impreciso de la información, sea por la falta de cobertura, sea por la falta homogeneidad de los datos, de las que sus usuarios no hemos sido conscientes, y evidentemente porque no se han informado adecuadamente de ello”.
Los expertos en Fundamentos de Análisis Económicos señalan que durante estas semanas, las imágenes de escasez de material sanitario y saturación de hospitales y UCI han generado un estado de ansiedad y preocupación social, además de dudas sobre la capacidad de anticiparse a la gravedad de la pandemia. “A diferencia de Singapur, Corea o Taiwán, en países como Italia y España la respuesta ha terminado descansando, no en datos estructurados y estrategias ben diseñadas, sino en el sacrificio, la dedicación y capacidad de sus profesionales sanitarios”, reconocen.
En este sentido, insisten en señalar que sin buena información es muy difícil opinar con criterio en este debate, y menos aún anticiparse y acertar en la toma de decisiones. “En la salida de la crisis disponer de mejor información va a ser crucial para diseñar, desplegar e ir ajustando una estrategia eficiente que permita recuperar la actividad económica de la manera más rápida e intensa y, al mismo tiempo, que sea segura en términos sanitarios”
Pruebas masivas
Así mismo, abogan por evitar plantear el dilema entre reactivación económica y atajar el problema sanitario de la pandemia. “La economía debe estar al servicio del bienestar de las personas y de la sociedad, por lo que salvar vidas siempre es prioritario, y más ahora; también lo es hacerlo de manera más eficiente y con menor coste económico. Una economía productiva, eficiente y dinámica es requisito clave para contar con recursos suficientes con los que financiar un sistema sanitario que pueda hacer frente a esta y futuras pandemias, reducir su letalidad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, recalcan los expertos.
Para lograr estos objetivos, insisten en la necesidad de conocer cuántos ciudadanos han pasado la enfermedad realizando pruebas masivas y, al tiempo, valorar si se puede presuponer que tienen inmunidad posterior y si son operativos sin contagiar a otros. En segundo término, abogan por saber el número de personas que están pasando la enfermedad y que, en consecuencia, deberán permanecer aislados en sus casas o en hospitales en cuarentena.
Por último, respecto al resto de la población que todavía no ha sufrido el COVID-19, “deberíamos ser capaces de distinguir entre los jóvenes, que con las debidas cautelas y medida sanitarias podrían reanudar su actividad, y las personas vulnerables o grupos de riesgo que deberían mantener un mayor distanciamiento social hasta que se obtenga una vacuna o se llegue, al menos, a la inmunidad de grupo. Únicamente contando con información precisa podremos adelantarnos a los acontecimientos y planificar una salida ordenada del confinamiento y una estrategia adecuada para sacar también a la economía del estado del coma inducido al que la hemos sometido”, concluyen Boscá, Doménech y Ferri.