El modelo de Unidades de Gestión Clínica se vislumbra como el modelo de futuro del sistema sanitario público sin haber avanzado lo suficiente desde su creación. Ésta es una de las conclusiones de la 'Mesa de la Profesión Médica: Unidades de Gestión Clínica', celebrada en el Colegio de Médicos de Málaga. La Mesa de la Profesión ha presentado un decálogo de propuestas de mejora en estas unidades de gestión:
1. El modelo de Unidades de Gestión Clínica (UGC) se reconoce como el sistema que está marcando el presente y se vislumbra como el modelo de futuro del Sistema Sanitario Público, sin haber avanzado lo suficiente desde su creación. Están integradas por un equipo multidisciplinar que tienen objetivos comunes socio-sanitarios, para una praxis profesional de calidad orientada a la excelencia y a un uso eficiente de los recursos, que debe considerar no sólo criterios económicos sino fundamentalmente clínicos y de satisfacción de los ciudadanos y de los profesionales.
2. La responsabilidad y la autonomía de los profesionales en la gestión clínica y económica deben ser premisas básicas para otorgar a las UGC el reconocimiento y la implicación de los propios profesionales, como herramienta de autogestión y sentirnos con capacidad real y práctica en la toma de decisiones en la gestión de la organización sanitaria, con la participación activa de los ciudadanos.
3. Los objetivos marcados en la UGC deben incrementar el porcentaje de ellos definidos por los profesionales de la unidad, primando los objetivos clínicos de 'resultados en salud', y siempre deben establecerse los objetivos desde el máximo respeto a la libertad de prescripción del médico que debe prevalecer en la toma de decisiones.
4. Los procesos asistenciales supusieron un planteamiento de acercamiento entre la atención primaria y la hospitalaria. La continuidad asistencial se sitúa como elemento clave de los procesos asistenciales, donde se pretenden humanizar la atención sanitaria, enfatizar los aspectos de calidad, transparencia, el impulso de la investigación y situar a la persona como sujeto activo y protagonista de su proceso. Sin embargo, el impulso inicial ha ido perdiendo la fuerza necesaria y el elevado número de procesos y su aplicación práctica no ha logrado alcanzar los objetivos inicialmente planteados. Hay que redefinir su aplicación práctica en base a un modelo donde se considere también el concepto de gestión de casos. La atención primaria y la hospitalaria tienen que romper la barrera física del espacio no compartido.
5. La retribución económica del médico y del resto de profesionales sanitarios tiene que ser digna y acorde con su formación y con la responsabilidad que conlleva su ejercicio profesional, considerando en el modelo la retribución de los profesionales en función de los resultados de salud alcanzados en la población asignada. La fidelización de los profesionales y la necesidad de mejoras en el procedimiento de carrera profesional son elementos fundamentales en el desarrollo del modelo.
6. Como áreas susceptibles de mejora en la gestión de las UGC se destacan también la necesidad de buscar la equidad entre las diferentes UGC, dada las peculiaridades de cada una, la búsqueda del consenso en el planteamiento de los objetivos y el reconocimiento de los sistemas de acreditación de las UGC como necesarios, siendo deseable simplificar su proceso y tramitación.
7. Las UGC no se soportan en ninguna legislación directa, su impulso y creación queda a disposición de las gerencias. Se necesita urgentemente una normativa que las regule, así como la norma reguladora para el nombramiento de los directores de las UGC y que no sean nombramientos arbitrarios. El director de UGC debe ser un profesional con una amplia formación en gestión y liderazgo.
8. El futuro de las UGC en Atención Primaria pasa por la reforma de la reforma. Es imprescindible acometer los cambios necesarios en este ámbito asistencial dotando además al Médico de Familia de la responsabilidad y las herramientas necesarias para un protagonismo clave en el proceso asistencial y en la gestión de casos.
9. La formación y la investigación deben ser elementos prioritarios de la UGC. Hay que dotar de las condiciones necesarias para su desarrollo dentro de la jornada laboral, y con ello su aplicación en la mejora de la atención sanitaria prestada. Las nuevas tecnologías tienen que posibilitar una historia única digital en el territorio nacional y un desarrollo práctico del Consejo Interterritorial como elemento aglutinador de las políticas sanitarias que posibilite la sostenibilidad del sistema.
10. En el compromiso de todos por mantener la sostenibilidad del Sistema Sanitario es necesario un proceso de sensibilización de la ciudadanía, implicándola en la ética y concienciación del gasto sanitario, potenciando el uso racional de los servicios sanitarios.