Uno de cada cinco españoles no va a consulta médica de forma presencial

Según el VI Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon, 1 de cada 5 españoles no acude a consulta médica de forma presencial. Hay diversos motivos por los que ese grupo de encuestados ha dejado de ir a consulta médica de forma presencial, pero es la saturación de la sanidad pública la razón principal para un 41,2 por ciento (49,1 en 2022). El uso de la telemedicina es el segundo motivo más destacado llegando a un 28,1 por ciento. Aunque también destaca que se deba a indicaciones de su médico para un 11,6 por ciento o por el miedo que sienten a contraer un virus u otra enfermedad para un 11,2 por ciento. Por Comunidades Autónomas, los ciudadanos que más han dejado de ir a consulta médica de forma presencial son los de Cantabria (33,1 por ciento), Canarias (31,8 por ciento) y Castilla y León (30,4 por ciento). En el lado opuesto, son las regiones de Castilla La Mancha (14,3 por ciento), Asturias (15,6 por ciento) y Murcia (18,4 por ciento), las que tienen menos personas que no acuden a las consultas.

Menos consulta médica de forma presencial

El trabajo destaca que las consultas de atención primaria a través de medios telemáticos es la opción para un 89 por ciento. Sin embargo, este año destaca el aumento de este formato para las consultas con especialistas (39,5 por ciento frente al 34,3 por ciento del año pasado), con el pediatra (17,8 por ciento frente al 12,4 por ciento) y las consultas con el psicólogo (15,1 por ciento en comparación con el 8,9 por ciento de 2022). Las mujeres se colocan a la cabeza con un 23,9 por ciento frente a los hombres que se encuentran en un porcentaje un poco más bajo llegando a un 22,8 por ciento. En cuanto a los grupos de edad, son los más jóvenes los que muestran una mayor diferencia respecto a la media en el número de visitas presenciales. Especialmente en el rango de 26 a 40 años dónde un 28,9 por ciento del total ha dejado de acudir a su consulta.  Asimismo, las personas con una situación económica y laboral estable (35,8 por ciento) hacen menos uso de la telemedicina frente a quienes han mejorado (47 por ciento) o empeorado su capacidad financiera (45,5 por ciento) y aquellas personas que trabajan (51,9 por ciento) y que recurren con mayor frecuencia a las consultas telemáticas