Aunque la mortalidad se mantiene estable en torno al 30%, crece ligeramente en el tramo de edad entre los 41 y los 60 años, respecto a la primera ola
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha presentado ayer los últimos datos del Registro COVID-19. Estos corresponden al análisis de los pacientes ingresados por COVID de la segunda y tercera ola. Una de las primeras conclusiones es que ha aumentado…
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha presentado ayer los últimos datos del Registro COVID-19. Estos corresponden al análisis de los pacientes ingresados por COVID de la segunda y tercera ola.
Una de las primeras conclusiones es que ha aumentado el número de ingresos en pacientes más jóvenes.
De esta forma, el Registro COVID-19 de la SEMICYUC ha determinado
un aumento significativo del porcentaje de pacientes ingresados por COVID de entre 31 y 50 años. Este contrasta con el descenso de los pacientes de más de 50 años, especialmente el grupo de 61 a 70 años. Los mismos llegaron a ser un tercio del total y ahora representan el 29,6 por ciento. Los pacientes de menos de 50 años han pasado de ser el 15,3 por ciento de los ingresados al 19,4 por ciento.
Datos de los pacientes ingresados por COVID
También se ha analizado la mortalidad por rangos de edad. Esta desciende en los mayores de 60 y menores de 40 años. Sin embargo,
el porcentaje de fallecimientos crece ligeramente en el tramo de pacientes entre los 41 y los 60 años.
En términos generales, la mortalidad en la primera ola se encontraba en torno al 30,8 por ciento de los pacientes ingresados en UCI. Esta apenas ha sufrido variaciones en las olas posteriores, situándose en el 30 por ciento.
En total, se han tomado en consideración 1.113 casos. Estos se comparan con los 2.688 que se registraron durante la fase inicial de la pandemia.
El nuevo perfil de paciente es mayoritariamente varón (71,1 por ciento), con una media de edad de 62 años. La mediana oscila entre los 53 y los 71 y la
estancia media en UCI de 13 días.
Igualmente se han analizado las comorbilidades que los pacientes críticos ingresados por COVID. Así,
ha crecido significativamente el número de pacientes que presentaban hipertensión arterial (del 44,2 al 48,1 por ciento) También aquellos con obesidad (del 32,2 al 41,5 por ciento) y diabetes (del 20,7 al 25,9 por ciento). Otras como el asma o la cardiopatía isquémica se mantienen estables en torno al 6 por ciento.
