“Urge incorporar la bioinformática en la práctica clínica”, sostiene el oncólogo García Foncillas. Y es que la investigación en el ámbito de la genómica, la secuenciación, la implementación real de la Medicina Personalizada y de Precisión (MPP), las posibilidades de la llamada ‘salud digital’… dibujan un horizonte muy diferente, una nueva era en la Sanidad, que conllevará cambios organizativos y técnicos de gran calado.
Ahora bien,
¿estamos preparados en España para esta nueva era? El comité multidisciplinar de expertos
Ontarget, impulsado por Daiichi Sankyo, considera que estamos lejos, tras analizar la implantación de la MPP y el uso de la bioinformática en el análisis del
big data para la mejora de resultados en el paciente con cáncer.
“Urge la incorporación de la bioinformática en la práctica clínica. Porque si no, podemos estar perdiendo mucha perspectiva que podría beneficiar al paciente Tenemos todo el análisis molecular, pero nos estamos quedando con muy pequeñas pinceladas, cuando la introducción de la bioinformática nos daría mucha más información dependiendo de los perfiles moleculares específicos”.
Esta es la opinión del doctor
Jesús García Foncillas, vicepresidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad en Oncología (ECO) y uno de los expertos que integran el comité de expertos.
En este sentido,
Fátima Al Shahrour, jefa de la Unidad de Bioinformática en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), valora que, “todo lo relacionado con el big data aporta innovación y permite tomar decisiones con datos que antes no teníamos'
'Nos dirige a una medicina personalizada y predictiva, basada en algoritmos que fusionan la información genómica, los hábitos de vida del paciente, la información molecular…”, remarca.
Sin embargo, durante el debate, los expertos coincidieron en que hay un problema de visión de base, ya que, como explica el doctor
Álvaro Rodríguez-Lescure, jefe de de Oncología del Hospital Universitario de Elche. “a día de hoy, en un hospital los gestores comprenden la necesidad de tener personal médico y de enfermería, pero no entienden la necesidad de un bioinformático, es una cuestión de base”.
MPP
Igual que ocurre con la gestión del
big data a nivel sanitario, la implementación de la Medicina Personalizada y de Precisión (MPP) es fruto mayoritariamente de la voluntad y esfuerzos locales de un hospital concreto, de iniciativas público-privadas puntuales…
“Faltan recursos humanos, falta una estrategia en los hospitales, no hay una voluntad como gerencia y a nivel política. Se está haciendo un sobreesfuerzo entre los equipos médicos, pero esto no es sostenible', añadió el doctor García Foncillas.
Y es que, tal y como recordó, el 99% de los centros hospitalarios de este país sobreviven a base de ese esfuerzo, pero hace falta una estrategia acompañada de financiación”.
Planes
En países como Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Estonia y Dinamarca llevan una notable delantera, según destacó el comité de expertos OnTarget, “sobre todo porque sus actuaciones responden a planes estratégicos a medio plazo y han creado fondos especiales para la financiación del cáncer”.
Mientras, en España, tal y como detalla
Julio Sánchez Fierro, abogado y doctor de Ciencias de la Salud, “tenemos un instrumento jurídico establecido, el fondo de cohesión. Y contamos con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que tiene ya más de un año, que estaba previsto de fondos comunitarios, pero que está basado en infraestructuras, no en RRHH, y son 40 millones de euros a repartir entre 17 CC. AA. sin un plan establecido previo”.
Sánchez Fierro hace alusión a Francia, donde crearon dos redes de colaboración público-privada con 270 millones de euros de arranque, o Estonia, donde gracias a la colaboración público-privada han podido hacer una evaluación genómica de la población. “Comprendo que Estonia no es comparable con nuestro país en términos de población, pero son esfuerzos de país, de conciencia”, puntualiza.
Fondos
Es cierto que la financiación de proyectos, como los del PRTR, INVEAT, 5P y otros más de origen europeo, es siempre útil e interesante para ensayos e investigación, pero no aportan recursos suficientes ni sostenidos en el tiempo (terminarán en 2026) para la terapéutica del cáncer. En algunos discursos se plantea que este problema se resuelva con la Estrategia Farmacéutica Europea, pero nada más lejos de la realidad.
“Hace falta tener una estrategia real dotada de presupuesto, y no en base a fondos comunitarios, porque se acabarán en el año 2026, pero la MPP tiene muchos días por delante. ¿Cuál va a ser el modelo de financiación, más allá de lo que nos llegue de la Unión Europea para cosas concretas?”, se pregunta
Sánchez Fierro.
Sobre todo, porque el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea atribuye la responsabilidad del sostenimiento económico de su respectivo sistema sanitario a cada uno de los 27 Estados Miembros. “Gran Bretaña tiene un modelo de financiación que convendría implementar en España, en el que la MPP va con cargo a un Fondo específico”, añade.
Datos
Más allá del punto clave de una financiación realista de la medicina personalizada de precisión, a lo que Fátima Al Shahrour enfatizaba la necesidad de que los ministerios se comuniquen entre sí -Sanidad, Ciencia, Economía y Hacienda-.
La experta también ponía de manifiesto que “falta un informe serio de qué uso se está haciendo de la medicina molecular en cada hospital en España, porque da la sensación de que está poco avanzado, pero no hay datos oficiales”.
Un mensaje apoyado por
Mercedes Carreras, enfermera y Subdirectora General de Desarrollo y Seguridad Asistencial en Servicio Gallego de Salud (SERGAS), quien solicita coordinación a nivel nacional, porque ahora hay muchas iniciativas dispersas.
Por ejemplo, comentaba que, en la Fundación Genómica Gallega, han realizado ya 35.000 pruebas genómicas en pacientes.
En definitiva, la jornada concluyó con la siguiente reflexión: la MPP depende de una voluntad entre los cargos políticos y gestores de montar un plan nacional de cáncer con financiación específica, que deje de aplaudir iniciativas puntuales para realmente ponerse manos a la obra con la transformación de la sanidad -incorporando las nuevas figuras necesarias para ello- y con una apuesta clara por la colaboración público-privada.
.