Según práctica clínica no se suele actuar con
inercia a la hora de ajustar la intensidad del tratamiento cuando no se alcanzan los objetivos marcados siguiendo los criterios recogidos en las
guías de riesgo cardiovascular.
Es necesario valorar al paciente teniendo en cuenta todos sus factores y comorbilidades para poder llevar a cabo una correcta valoración
del riesgo cardiovascular del paciente e individualizar su tratamiento.
Si se comprueba que no se alcanzan los objetivos terapéuticos marcados, se ajustan las dosis para alcanzarlos.
En la actualidad, no se ha marcado un valor umbral por debajo del cual el descenso del
cLDL deje de asociarse con una reducción del
riesgo cardiovascular. Las guías recomiendan que mientras más bajo sea el nivel de LDL o una reducción de por lo menos 50 %, mejor, y cuanto más rápido también se obtienen más beneficios.
Teniendo en cuenta los datos disponibles, no existe valor mínimo, no hay límite inferior para considerarlo perjudicial.
Pauta combinada
En este contexto, hay que recordar que la
terapia combinada de estatina y ezetimiba tiene su base en los mecanismos de acción diferentes y complementarios de ambos fármacos. De esta forma, se consiguen unas reducciones sustanciales de
cLDL, sin aumentar los efectos secundarios, tal y como se recoge en el estudio IMPROVE-IT.
No obstante, hay que a
nalizar el perfil del paciente y su riesgo cardiovascular. Por ejemplo, en un paciente con diabetes, con un
alto riesgo cardiovascular y con LDL elevado, en el que se recomienda bajar por debajo de 55 mg/dl, sí que se debe iniciar la
pauta combinada.
Recomendaciones
La guía ESC/EAS establece claramente la necesidad de alcanzar los
objetivos de cLDL a la mayor brevedad posible; cuanto antes mejor y cuanto más bajo mejor. Muestra que se debe establecer unos valores mínimos para pacientes con muy alto riesgo cardiovascular por debajo de 55 mg/dl y de alto riesgo en 70mg/dl, instando a alcanzar dichos niveles a la mayor brevedad posible, marcándose un primer objetivo la reducción de los valores iniciales en un 50 %, y continuar hasta alcanzar los valores que marcan dichas guías.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Gema Fernández Tabernero y María Carmen Gervás Alcalaya, de Alcobendas, y José María Arizon Muñoz, Jorge Martínez del Rio, Alfonso Morón Alguacil, Jesús Piqueras Flores, Manuel Rayo Gutiérrez, Francisco Javier Gómez Alfonso, de Ciudad Real.