El mercado de medicamentos de prescripción (básicamente formado por fármacos de marca, con o sin patente en vigor) cayó en España en 2014 un 1,4 por ciento, mientras que las ventas de productos genéricos en ese período experimentaron un crecimiento del 9,5 por ciento. Así lo recoge el Boletín de Coyuntura del Mercado del Medicamento en España, que elabora mensualmente Farmaindustria, en su número 118.
Estos datos muestran, ha explicado la patronal, la dualidad en la que se encuentra inmerso el mercado farmacéutico español, tanto público como privado, con importantes crecimientos de las ventas de genéricos y fuertes caídas de ventas de los medicamentos bajo patente. Esta situación, que ha marcado la tendencia general el pasado año, no se espera muy diferente en 2015, tal y como han pronosticado los principales analistas del sector.
Tal y como se recoge en el Boletín, el mercado a precio de genérico representa ya casi el 80 por ciento del mercado de medicamentos de prescripción en España (78,3 por ciento), y el 47,9 por ciento de dicho mercado en valores, habiendo experimentado un crecimiento muy importante en los últimos años.
Sólo dos años atrás, en 2012, la cuota de mercado de los medicamentos a precio de genérico era del 67,1 por ciento en unidades y del 39,6 por ciento en valores, lo que implica un crecimiento de la cuota de mercado de estos medicamentos del 17 por ciento en unidades y del 21 por ciento en valores en tan sólo dos años.
Por otro lado, el Boletín analiza el mercado farmacéutico autonómico en el pasado ejercicio, poniendo de manifiesto la dispersión del gasto farmacéutico público per cápita, que va desde los 268 euros por habitante de Extremadura a los 163 euros de Baleares, sin tener en cuenta a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Esta dispersión se ha reducido en España el año pasado ya que el coeficiente de variación ha pasado del 13,2 por ciento en 2013 al 12,7 por ciento en 2014.
Según los datos disponibles, una de las variables más importantes que hacen que el gasto farmacéutico per cápita, como en el caso del consumo de recetas per cápita, difiera tanto entre las distintas comunidades autónomas es el distinto grado de envejecimiento de su población.
