Los denominados videojuegos activos, aquellos con los que se puede bailar o practicar deportes como el boxeo o el golf, no ayudarían a los niños a satisfacer las necesidades diarias de ejercicio. Así lo advierte un estudio del Baylor College of Medicine, en Houston (Estados Unidos), publicado en Pediatrics.
Muchos investigadores en salud pública confiaban en que estos videojuegos pudieran ser una alternativa para los juegos y deportes al aire libre, al menos para suplir algo de la actividad que los niños necesitan, sobre todo aquellos que viven en barrios inseguros y no pueden salir a jugar a la calle.
Según el investigador Tom Baranowski, esperaban que jugar a videojuegos activos 'indujera a un incremento sustancial en la actividad física de los niños'.
Para desarrollar este estudio, los autores repartieron consolas a 78 niños que carecían de ellas, con edades comprendidas entre los 9 y los 12 años y problemas de sobrepeso.
La mitad tuvo la opción de usar un juego activo, mientras, la otra mitad pudo optar por un juego inactivo. A la mitad del estudio, tuvieron la posibilidad de elegir un segundo juego de la misma categoría.
Los investigadores hicieron un seguimiento durante 13 semanas, examinando sus niveles de actividad física con un dispositivo de medición denominado acelerómetro.
Los participantes usaron los dispositivos en un cinturón en diferentes momentos de la semana durante el estudio, lo que permitió al equipo determinar cuándo hacían ejercicio ligero, moderado a vigoroso o cuándo eran sedentarios.
Los registros del acelerómetro mostraron que, durante el período de estudio, los niños con juegos activos no hicieron más ejercicios que los que usaron juegos inactivos.
En las semanas uno, seis, siete y 12, el grupo de niños con videojuegos activos realizó un promedio de 25 a 28 minutos de actividad física moderada o vigorosa al día, en comparación con los entre 26 y 29 minutos para el grupo que recibió videojuegos inactivos.
Tampoco hubo ninguna diferencia en el tiempo que estuvieron haciendo ejercicio ligero o en el que fueron sedentarios durante las semanas estudiadas por los investigadores.