Novartis ha anunciado nuevos análisis de los estudios pivotales de registro de Fase III que demuestran que Xolair (omalizumab) ayuda a los pacientes con urticaria crónica espontánea (UCE) a lograr mejoras significativas en la calidad de vida. Estos resultados fueron presentados en el 23 Congreso Mundial de Dermatología (WCD) en Vancouver, Canadá.
La UCE es una enfermedad dermatológica grave con síntomas que incluyen picor persistente y la aparición espontánea de habones y/o angioedema durante más de seis semanas. En los estudios pivotales de Fase III (ASTERIA I, ASTERIA II y GLACIAL), Xolair demostró su eficacia tanto en la reducción como en el control de los síntomas de la UCE en pacientes en los que habían fracasado tratamientos previos.
En nuevos análisis post hoc presentados en el WCD, los pacientes tratados con Xolair durante doce semanas experimentaron mejoras significativas en la calidad de vida en un 78 por ciento (frente al 44 por ciento con placebo, medido por el Índice de Calidad de Vida de Dermatología (DLQI) y hasta un 69 por ciento (frente a un 40 por ciento con placebo), utilizando el cuestionario de calidad de vida específico para urticaria crónica (CU-Q2oL).
'La urticaria crónica espontánea es una enfermedad dermatológica debilitante y poco conocida que tiene un impacto significativo sobre las actividades diarias y la calidad de vida de los pacientes', explica Vasant Narasimhan, jefe global de Desarrollo, Novartis Pharmaceuticals. 'Estos resultados confirman que Xolair, además de mejorar los síntomas de la UCE, incrementan eficazmente la calidad de vida en pacientes afectados por esta enfermedad impredecible y dolorosa'.
Además, el estudio ASSURE-CSU reveló que, si no es tratada, el impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes con UCE permanece constante. Esto se mide con la combinación de escalas de actividad de la urticaria, como son el UAS y el UAS7, y cuestionarios de calidad de vida como el CU-Q2oL y DLQI.
Del mismo modo, el estudio SOLVE-BOI reveló que los pacientes con UCE son atendidos más frecuentemente por ansiedad, depresión, dificultad para dormir y presentan un estado físico y mental inferior en comparación con los individuos sanos. También son de dos a tres veces más propensos a visitar a un profesional sanitario, a requerir atención médica de urgencia o a ser hospitalizados, y presentan el doble de propensión a faltar al trabajo o a experimentar un deterioro general en su trabajo.