La
OMS pide prioridad de
vacunación para embarazadas y niños con enfermedades crónicas. Así lo recoge la actualización de su grupo de expertos en la
hoja de ruta para el establecimiento de prioridades en el uso de vacunas contra la COVID-19 en un contexto de suministros limitados.
Ambos grupos son considerados prioritarios junto a las personas de la
tercera edad, trabajadores
sanitarios y
adultos con enfermedades crónicas, especialmente en países con suministros limitados de vacunas.
Prioridad vacuna embarazadas
Los expertos de la OMS recuerdan que las embarazadas tienen un
mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave.
Las mujeres de
35 años o más, las que tienen
alto índice de masa corporal o una comorbilidad existente (
diabetes o hipertensión), tienen mayor riesgo.
Además, la COVID-19 durante el embarazo se asocia con
resultados adversos que afectan al recién nacido. Las embarazadas tienen mayor riesgo de parto prematuro y de que los recién nacidos requieran cuidados intensivos neonatales.
Las vacunas se asociaron con menor riesgo por COVID-19 El grupo de expertos recuerda que
no se han informado efectos nocivos en las vacunas de ARNm, pero que todavía se están recopilando datos sobre la seguridad en el embarazo de otros productos vacunales.
Las
vacunas de ARNm de COVID-19 son
inmunogénicas. Además, los anticuerpos provocados se transportan en la
sangre del cordón umbilical y la
leche materna, lo que sugiere que proporcionan protección.
Prioridad vacuna amamantando
Hasta el momento hay poca evidencia sobre si las mujeres lactantes tienen un riesgo elevado de COVID-19 grave. Por tanto,
no se han priorizado en la hoja de ruta.
Los datos disponibles sugieren que la inmunización de madres lactantes no representa
ningún riesgo para el lactante. De momento, se sigue recopilando información sobre la seguridad de la vacunación en mujeres lactantes. Datos de
estudios pequeños han demostrado
anticuerpos en la leche materna, lo que aumenta la posibilidad de cierta
protección neonatal a corto plazo.
La OMS no recomienda interrumpir la lactancia materna debido a la vacunación.
Prioridad de la vacuna en niños
Si bien los niños tienen
menos probabilidades de sufrir el impacto directo de la
morbilidad y mortalidad por COVID-19 en comparación con otros grupos de edad, tienen un pequeño riesgo de desarrollar
enfermedades graves y complicaciones.
La evidencia actual sugiere que los niños con ciertas
afecciones médicas subyacentes y los bebés de menos de un año tienen un mayor riesgo de enfermedad por COVID-19. Por ello, deben ser incluidos en los grupos prioritarios de vacunación, según la hoja de ruta de la OMS.
Las comorbilidades crónicas elegibles para la vacunación
dependerán de la disponibilidad local de vacunas autorizadas para uso en poblaciones pediátricas.
La OMS recuerda que en
países pobres o grupos desfavorecidos el impacto en las perspectivas de vida en la población pediátrica provocado por la COVID-19 es mucho mayor, viéndose incrementadas las
desigualdades sociales.